

Corresponde a imágenes de un review de NEJM sobre la fertilización in vitro, a modo de explicación de las etapas y procedimientos relacionados con esta tecnica.
Ana(30) y Miguel(34) son una  pareja que inició su estudio de infertilidad después de tres años de  intentarlo sin éxito. Han acudido a dos centros de medicina reproductiva  y a una clínica universitaria.  En todos les han dicho lo mismo.  Tienen el diagnóstico de infertilidad de causa desconocida. Todos los  exámenes hasta ahora han sido normales. En la última consulta se les  plantea la posibilidad de una FIV y en este centro se evita el embarazo  multiple y el síndrome de hiperestimulación ovárica, a través de la  congelación de embriones supernumerarios de un solo procedimiento de  inducción de ovulación. Tiene además, este procedimiento, el agregado de  ser más económico que las sucesivas inducciones de ovulación.  Ellos  desean fuertemente ser padres, pero no se habían planteado la  posibilidad de tener embriones congelados.  Paciente de 32 años, casada, multípara de 3 partos vaginales, acude a control ginecológico porque se le contactó desde su consultorio por su PAP. La paciente acude preocupada, y una vez entrevistada por la matrona, esta le comunica que tiene una NIE I, asociada a una cervicopatía por HPV. La paciente no entiende de qué se trata, y le pide una explicación en términos sencillos.
Pregunta 3: 
Pregunta 4:
Lea y comente sobre las implicancias éticas y sociales de la vacuna HPV. Datos sensibles, secreto médico y notificación obligatoria 
CONTROL PRENATAL
Una embarazada de 37 años, cursando un embarazo de 13+0 semanas, asiste a su control de embarazo de las 11 - 14 semanas. Su marido la encuentra a la vuelta del trabajo, muy alterada, llorando porque en la ecografía que se le realizó en su control de embarazo le dijeron que tenía un riesgo alto de tener un hijo con Síndrome de Down. La paciente no solicitó que le practicaran ningún examen especial durante la ecografía, ni se le pidió su consentimiento para ser informada.
PREGUNTA Nº 1: ¿Sabe Ud. qué es riesgo de aneuploidía?
PREGUNTA Nº 2:
PENDIENTE.
PREGUNTA Nº 4:
PREGUNTA Nº 5: Comente o investigue los siguientes conceptos:
Atención de Parto
Paciente de 28 años, de profesión abogado, primigesta, cursando un embarazo fisiológico de 36 semanas.
Es vista en control por su obstetra habitual, y ella le recuerda que "había una conversación pendiente" sobre la vía de parto.
En las primeras semana de embarazo ella le había planteado su temor por la vía normal ya que ha tenido que tratar personalmente con algunas mujeres que han presentado algunas complicaciones producto del parto o no se les indico a tiempo una cesárea.
Ella esta muy convencida de las capacidades de su doctor, pero sus temores al parto es mayor y le plantea que de no acceder a operarla ella se cambiara de doctor.
Pregunta 1: ¿Cuáles son los riesgos perinatales de un parto vaginal en comparación con la cesárea?
Pregunta 2: ¿Cuáles son los riesgos a futuro de una cesárea vs un parto vaginal? ¿Puede la cesárea limitar la fertilidad futura?
Ciertas complicaciones a largo plazo de la cesárea como inflamaciones infecciosas, endometriosis y sd de Asherman pueden llevar a infertilidad.
Pregunta 3: ¿Existe algún problema ético-clínico en este caso?
Sí. El problema es que la paciente no tiene indicación clínica de cesárea pero insiste en que se le realice de todas formas.
Respecto a la opinión de nuestros docentes obstetras, las respuestas fueron divergentes. Uno de ellos nos dijo que este tipo situación no es rara de ver. En su experiencia, si la paciente es competente y sin factores de riesgo, tal como en este caso, él accede a realizar la operación. Sin embargo, al consultar el punto de vista de otro médico obstetra, nos enfrentamos a una postura contraria, que es la de usar todos los recursos disponibles para convencer y llegar a un acuerdo con la paciente para una vía de parto vaginal. Nos puso énfasis en enfocarnos dirigidamente en los temores que la embarazada tiene respecto al parto natural y entregarle argumentos sólidos para tranquilizarla. A lo largo de su carrera, siempre consiguió persuadir a aquellas pacientes que exigían cesárea sin indicación médica.
La paciente es informada de los riesgos, los beneficios del parto vaginal y cesárea. Ella justifica su insistencia en operarse, basada en el principio de autonomía.
Sí, ya que este principio siempre debe considerarse en una decisión médica, a pesar de no ser un principio prima facie.
Sí. Es una paciente mayor de edad, de plena conciencia, con un alto nivel educacional, que le permite comprender la información entregada acerca de los riesgos en su totalidad.
Existe principalmente una discrepancia entre los principios de no-maleficencia y de autonomía.
La cesárea se acompaña de mayor mortalidad materno, que oscila entre 0,1 a 2%, lo cual es 3 a 5 veces más frecuente que para el parto vaginal; y riesgo mórbidos tanto intraoperatorios (lesiones vesicales, intestinales, hemorragia de los senos venosos del segmento, incisión de la placenta, inercia uterina, embolia amniótica, aérea), como postoperatorios (endometritis, abscesos, sepsis, ITU, hematomas, anemia, hernias, íleo u obstrucción intestinal, etc). Al acceder a la petición se expone a la paciente a esas complicaciones, que aunque la probabilidad de que ocurran sea bajo, va en contra del principio de no-maleficencia.
La paciente, al ser una persona competente, comprende la información y es capaz de tomar decisiones en cuanto al procedimiento a realizar. Por lo tanto, está en condiciones de ejercer su derecho de autonomía.
Los otros principios a considerar son el de justicia y de beneficencia.
Al ser la cesárea un procedimiento que requiere más recursos materiales, humanos y tecnológicos, es más costoso. En consecuencia, el acceso a esta cirugía se ve restringido a niveles socioeconómicos más acomodados. Por otra parte, al hacer uso cuestionable de recursos hospitalarios, que son limitados, se perjudicarían a pacientes prioritarios.
Del punto de vista de la beneficencia, la aplicación de la cesárea tendría un importante rol en la prevención de trastornos del piso pélvico, de incontinencia urinaria y fecal y de prolapso de los órganos pélvicos.
Luego de comunicar a la paciente de los riesgos y beneficio de cada modalidad de parto, indagaríamos sobre los miedos específicos que tiene la paciente respecto al parto eutócico. De esta manera podríamos ampliar la información en cuanto al manejo de la(s) complicación(s) que le preocupan. Por ejemplo, si la paciente teme al dolor del trabajo de parto, asesorarla sobre el trabajo de los anestesistas del centro médico en que se atenderá, el tipo de anestesia usada y sus beneficios. Si está preocupada por potenciales disfunciones de piso pélvico, informarla sobre los cuidados intraparto preventivos y postparto curativos.
Otro punto importante es evaluar los factores de riesgo médicos de la paciente que podrían contraindicar una cesárea, al favorecer el desarrollo de complicaciones durante la cirugía o a largo plazo. Es necesario también conocer si la paciente tiene planes de concebir más hijos. En ese caso, hay que advertirle que una cesárea aumenta la probabilidad de complicaciones en un futuro embarazo, como la placenta previa o acreta.
Si después de esta discusión, la paciente persiste con su deseo inicial de parto por cesárea, consideramos razonable consentir en realizársela.